miércoles, 14 de enero de 2009

¿Y ahora qué?

No nos gusta ser derrotistas -si nos gustase, no habríamos llegado hasta aquí-, por eso agradecemos vuestras visitas, vuestras ideas y vuestro interés. Una película es de su público, sin embargo, a los que hemos hecho cine con humildad y desde la pasión incondicional siempre nos queda el "¿y ahora qué?". Es como una llamada de atención de la incertidumbre y la desazón. Y, como todos sabemos, la incertidumbre no hace ruido; su llamada es de silencio.

En este punto es donde entráis vosotros. Los que no nos dejáis de lado y vibráis -aunque sólo sea un poco- como nosotros vibramos al calor de nuestro proyecto. Los que seguís preguntando "¿Y ahora qué?". Sois vosotros los que nos recordáis lo que hicimos y los que nos demostráis que las grandes cosas, las que nacen del empeño frente a la carencia, siempre son grandes.

Por supuesto que somos conscientes de la situación actual del cine español y del cine en general, pero ya llegamos a concursar en un festival, junto a los grandes. No tratamos de demostrar nada a nadie, más bien a nosotros mismos. Intentamos demostrarnos que todo cuanto hicimos no ha dejado de ser, que podemos volver a estar. Que Los ajos quemados necesita ser vista.

No hemos notado que el camino se agote ante nuestras botas, como diría Joaquín Maroto, nos sentimos vivos. Llenos de ilusión y esperanza y de satisfacción por los logros. No necesitamos prórrogas, pues tras la incertidumbre el mundo es claro y cierto. Y nosotros, lo queramos o no, hemos conseguido formar parte de ese mundo. Hemos visto el amanecer de nuevo en forma de fotogramas resplandecientes. Ahora, sólo nos queda todo por delante.

(Contamos con vosotros).